martes, 8 de julio de 2008

El Ejercicio De Los Dones

Trasfondo Bíblico: 1 Corintios 14:1-40

Verdad Central: Los dones espirituales deben ejercerse de acuerdo a las normas bíblicas.

Texto áureo: Pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. 1 Corintios 14:12

Objetivos

1. Evaluar las responsabilidades que Dios le da al creyente en cuanto al ejercicio de los dones espirituales.

2. Estar disponibles al ministerio del Espíritu Santo y ejercer los dones espirituales en obediencia a las normas bíblicas.

Bosquejo

I. Desee los dones del Espíritu

A. La actitud bíblica hada los dones

B. Las lenguas y la profecía

II. Edifica a la Iglesia

A. Sonidos inciertos

B. El fervor bien dirigido

III. Mantenga el orden espiritual

A. El llamado a la madurez

B. Limitaciones bíblicas

Introducción

En 1 Corintios 12 Pablo escribió una lista de los dones espirituales que podemos esperar en la Iglesia. (Hay una lista también de dones espirituales en Romanos 12:6-8. Notamos un poco de repetición en estos pasajes, pero cada uno agrega algo que el otro no mencionó. Cuando se juntan, hay una lista completa de dones espirituales.) En el capítulo 13 Pablo recalca la importancia de que los creyentes permitan que el amor motive sus acciones. Su énfasis estaba en el ejercicio de los dones espirituales en amor. Cuando los dones se ejercen sin amor, ni el creyente ni la iglesia recibirá todos los beneficios que el Espíritu desea dar con los dones. En el capítulo 14 Pablo regresó a su tema principal con énfasis especial en las reglas que Dios espera que se observen al ejercer las lenguas y la profecía. Sus instrucciones dan a saber que había confusión y desorden en este aspecto del culto en Corinto. Sin embargo, las lecciones que se destacan en el capítulo 14 se aplican a todos los dones del Espíritu. Pablo dio instrucciones del Espíritu para la Iglesia, de ese tiempo y ahora.

Comentario Bíblico

I. Desee los dones del Espíritu (1 Corintios 14:1-5)

A. La actitud bíblica hacia los dones

En su introducción de 1 Corintios, Pablo expresa su gratitud a Dios por los maravillosos cambios obrados en la vida de los creyentes en Corinto. Sin embargo, aunque reconocía cuánto se habían alejado los corintios de su cultura pagana, veía que aun les faltaban algunas enseñanzas. Estaban llenos del Espíritu y no les faltaba ningún don (1 Corintios 1:7), pero tenían que madurar en su expresión de esos dones.

Pregunta: ¿Por qué dice Pablo "seguid el amor" y no "procurad los dones espirituales"?

"Seguid el amor; y procurad los dones espirituales" (14:1). Esto resume la actitud bíblica y correcta que debían tener cuando el Espíritu los usaba para ejercer sus dones. "Seguid" muestra que Pablo no describía una actitud pasiva. Él hacía resaltar la acción vigorosa. La expresión griega quiere decir seguir, con o sin intenciones hostiles. En el Nuevo Testamento se traduce frecuentemente "perseguir", en cuyo caso el motivo del perseguidor era hostil. En Filipenses 3:14 Pablo usa la palabra "prosigo" cuando habla de proseguir a la meta por el "premio del supremo llamamiento de Dios". Al procurar tener amor en cada aspecto de la vida cristiana, el ejercicio de los dones espirituales será una bendición para todos.

Aunque el Espíritu reparte los dones, el deseo del creyente de ser útil en este ministerio es importante. La persona que es totalmente indiferente hacia los dones espirituales no los verá manifestados en su vida. La palabra griega traducida "procurad" implica tratar con diligencia de conseguir algo, lo que da una idea de cómo se debe desear que el Espíritu obre a través del creyente. También esta palabra se encuentra en 1 Corintios 12:31 y 14:39. Entonces se ve que Pablo exhortaba al pueblo a que deseara sinceramente que el Espíritu lo convirtiera en medio de expresión de los dones espirituales.

B. Las lenguas y la profecía

El creyente debe desear que el Espíritu Santo lo emplee. Sin embargo, cuando los dones espirituales empiezan a manifestarse, el creyente debe recordar su propósito y sus efectos permanentes. Pablo llamó la atención a los resultados de los dones de lenguas y profecía en la congregación. Las reglas que presentó no ponen restricciones ni los critican, como algunos comentaristas que rechazan la experiencia pentecostal. Más bien, la enseñanza de Pablo ayuda al creyente a estructurar el uso de los dones para promover su máximo beneficio a la congregación local.

Pregunta: ¿Cuál es la diferencia principal que Pablo citó al contrastar el hablar en lenguas y la interpretación de lenguas?

Debe entenderse que Pablo se refería a las lenguas como al don que se ponía en práctica diariamente, no a las que eran sólo la evidencia física inicial del bautismo en el Espíritu Santo. Recibir el bautismo no es el tema de este pasaje. El le escribe a los creyentes que ya habían sido llenos del Espíritu y que necesitaban madurar en su poder.

AI principio Pablo habló de lenguas desconocidas que ayudarían al individuo pero no a la congregación. Note el contraste de las expresiones: "no habla a los hombres... habla a los hombres" y "a si mismo se edifica... edifica a la iglesia." El motivo del amor aún está en la mente del apóstol. Es bueno que el creyente se edifique, pero no cuando se excluye la bendición del Cuerpo de Cristo. Cuando habla a Dios en alabanza o en oración, su espíritu se edifica aunque no entiende las palabras. Los misterios espirituales hablados en lenguas edifican el espíritu del individuo pero no ayudan a otros sin la interpretación.

Para que nadie creyera que Pablo quería eliminar el don de lenguas de los cultos de la iglesia, dijo que quisiera que todos hablaran en lenguas. El dijo que las lenguas que se interpretaban traían edificación a la iglesia como la profecía (versículo 5).

A veces la profecía es para predecir el futuro, pero su función principal es el ministerio de edificación, exhortación y consolación. En Hechos 15:32 Judas y Silas "como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras." Confirmar significa apoyar o fortalecer. Es fácil entender por qué el Espíritu Santo, por medio de Pablo, recalca el valor de la profecía a la Iglesia.

Las instrucciones de Pablo están bien equilibradas. Cada uno de los creyentes necesita la edificación personal. El don de lenguas produce mucha edificación. Orar, cantar y alabar en el Espíritu sirven para edificar y animar a los creyentes. ¡Qué bendición tan grande! Por eso Pablo enseñó que en el culto de la iglesia el creyente no debe edificarse sólo a sí mismo. "Seguid el amor", dice. Los creyentes deben desear que el Espíritu use sus dones de manera que se ayude a edificar a otros.

II. Edifico a la Iglesia (1 Corintios 14:6-19)

A. Sonidos Inciertos

Tanto las lenguas como la profecía se expresan por inspiración del Espíritu Santo. En este pasaje parece que algunos hermanos corintios dominaban los cultos de la iglesia al hablar en lenguas que no se interpretaban. Pablo pidió que en el ejercicio de los dones espirituales su mayor preocupación fuera la edificación de la congregación entera, no la satisfacción personal.

Si Pablo sólo hablara en lenguas durante sus cultos no les haría ningún bien. Si las lenguas expresaban conocimiento espiritual y revelaciones de la verdad y luego se interpretaban, la congregación recibiría bendiciones (versículo 6).

Pregunta: ¿Por qué es la referencia de Pablo a la música una buena ilustración de lo que estaba enseñando?

Pablo sacó un ejemplo de la música. Si escuchamos de un instrumento una sola nota todo el tiempo o una confusión de notas, no habrá ninguna melodía. Cuando las notas están en un arreglo ordenado, la música fluirá y se entenderá. Por ejemplo. Pablo se refirió a las marchas musicales usadas en batallas durante su época. Los soldados respondían al sonido de diversos toques de trompeta para obedecer ciertas órdenes de combate. Si la trompeta diera sólo notas sin sentido, seria difícil que se prepararan para la batalla. Pablo dijo que las lenguas sin interpretación en los cultos de la iglesia eran como las notas musicales sin arreglo y el toque de la trompeta que no se entiende (versículos 7-9).

El lenguaje debe entenderse para que cumpla su propósito que es comunicar. Pablo reforzó su tesis usando la ilustración de personas que tratan de conversar cuando no entienden el lenguaje la una de la otra. Cada una puede expresar un mensaje inteligente, pero no se puede entender y, por lo tanto, no le sirve de nada a la otra persona (versículos 10,11).

B. El fervor bien dirigido

Pregunta: ¿Por qué no dio Pablo la orden de dejar de hablar en lenguas en público?

Era apropiado que los corintios tuvieran fervor en cuanto a los dones espirituales, pero tenía que ser dirigido hacia la edificación de la Iglesia (versículo 12). Aquí de nuevo está el motivo del amor. Pablo no recomendó que se dejara de hablar en lenguas a causa de la confusión que creaba la falta de interpretación en los cultos. Más bien, cuando alguien hablaba en lenguas en público debía pedir "en oración poder interpretarla" (versículo 13). Eso resolvería el problema.

En los versículos 14 y 15 parece que Pablo se refiere al uso del don de lenguas cuando oraba en privado. Orar y cantar en el Espíritu edificaban su propio espíritu aunque no sabía lo que decía. Sin embargo, había ocasiones cuando necesitaba orar y adorar con palabras que entendía para que tanto el espíritu como la mente pudieran recibir la bendición. Los versículos 16 y 17 se refieren a los cultos públicos. Cuando alguien da gracias a Dios en lenguas sin interpretación, lo que dice es bueno, pero no le ayuda a nadie más.

Pablo le daba mucho valor al don de lenguas (versículo 18). Ese versículo parece referirse a su uso privado del don, porque hace distinción con las palabras, "pero en la iglesia". La clave de esta declaración fuerte en el versículo 19 está en las palabras "para enseñar también a otros". Diez mil palabras en lenguas desconocidas edificarían su espíritu pero no serían de valor para la congregación. Si Pablo sólo pudiera hablar cinco palabras en su propio idioma en la iglesia, escogería esas cinco palabras porque le ayudarían a todos los presentes.

Con su enseñanza sobre los dones espirituales. Pablo da más luz a lo que dijo antes, o sea, que cada creyente es miembro del Cuerpo de Cristo. Así como cada miembro del cuerpo físico obra para el bien de los otros, así debe ser en el Cuerpo de Cristo. Todo lo que un miembro hace debe edificar a la Iglesia. Al usar los dones espirituales, la oración debe ser que el Espíritu Santo use a los creyentes para dar ánimo, fortalecer e instruir a los hermanos en Cristo.

III. Mantenga el orden espiritual (1 Corintios 14:20-33)

A. El llamado a la madurez

En el versículo 20 Pablo habló como un padre muy estricto. Le dijo a la iglesia que ya era hora de empezar a comportarse como adultos. Está bien que uno sea como un niño en cuanto a la inocencia cuando se trata de la maldad, pues es una virtud, pero los corintios tenían que madurar en su entendimiento bíblico

Pregunta: ¿Cómo se compara el juicio que Dios mandó sobre Israel por medio de los asirios al ejercicio de lenguas en la Iglesia?

En el versículo 21 Pablo cita un mensaje del profeta Isaías. El tema principal de Isaías 28:11,12 era el juicio que Dios traería sobre Judá por medio de los asirios, cuyo lenguaje los judíos no entendían. El Espíritu Santo le reveló a Pablo una aplicación de este pasaje. Así como la lengua desconocida de los asirios predijo el juicio venidero, las lenguas por las cuales el Espíritu habla son una señal a los incrédulos que están bajo juicio. La profecía sirve a los creyentes con edificación, exhortación y consuelo (versículos 21,22).

Aunque las lenguas son señal para el incrédulo, sólo la profecía podrá comunicarle un mensaje claro. El uso continuo de las lenguas sin interpretación producirá una reacción negativa en el incrédulo. Si viene a un culto en el cual todos hablan en lenguas, sin interpretación, creerá que los presentes han perdido la razón. Sin embargo, cuando oye el mensaje del Espíritu en el lenguaje que entiende, será convencido de sus pecados y tendrá la oportunidad de adorar a Dios (versículos 23-25) al aceptar a Cristo como su Salvador.

B. Limitaciones bíblicas

El Espíritu da a cada creyente algo que contribuir al culto, pero no importa cuál sea el don, el culto debe ser ordenado. Sería caótico si todos trataran de hablar o cantar algo diferente al mismo tiempo. Si hay mensajes públicos en lenguas, es preferible que sólo haya dos. Si hay tres, serán bastantes. Los mensajes con sus interpretaciones respectivas deben darse uno a la vez. Si no hay nadie presente que tenga el don de interpretación, los que hablan en lenguas deben callar o hablar para sí y Dios y no para la congregación (versículos 26-28). influencia del Espíritu Santo, y de ninguna manera entra en el dominio propio del creyente. Cada profeta debe controlarse de acuerdo a las reglas para la adoración unida que Pablo trazó. Está mal exigir que un don personal sea ejercitado sin darle importancia a las consecuencias que tendrá en el orden del culto. Dios no dirige a nadie a hacer algo que causaría confusión. Él hace la paz, no el desorden (versículos 32,33).

Las profecías deben limitarse a dos o tres también, hablando una persona a la vez. Pablo describió otra forma de culto ordenado cuando dijo: "Los demás juzguen." La palabra griega traducida "juzgar" significa distinguir. Se relaciona con la palabra griega para "discernir" en 1 Corintios 12:10. Ningún don está al mismo nivel de las Escrituras. Si lo fuera, no habría razón de juzgar los dones. Siempre debemos estar dispuestos a someter tales manifestaciones espirituales a la Palabra y al juicio de los cristianos maduros (versículos 29-31).

La declaración de Pablo de que "los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas" (versículo 32) recalca otra característica importante de los dones espirituales. El creyente no es un conducto sin voluntad propia en cuanto a la actividad espiritual. El ejercicio de los dones espirituales representa una sumisión voluntaria a la

Aplicación

El mensaje de 1 Corintios 13 es como la música ambiental para el capítulo 14. Cualquiera que sea el don que el Espíritu Santo manifieste a través de los creyentes, el mayor interés siempre debe ser el amor al Cuerpo de Cristo. Todo lo que se haga debe ser para la gloria de Dios y la edificación de los hermanos en Cristo.

También se debe recordar que solamente la Palabra de Dios es la guía infalible. Al determinar la voluntad de Dios y la dirección de la vida, la Palabra tiene prioridad. Nada puede reemplazarla.

No es propio interrumpir a otra persona cuando hable; seria inconcebible hacerlo cuando otro cristiano manifieste un don espiritual. "Decentemente y con orden", resume las reglas para el uso de los dones espirituales (1 Corintios 14:40). Hay que tener el mismo respeto por la casa de Dios que por el hogar de otras personas en las visitas. La meta es crear una atmósfera placentera y sin confusión.

Al regular los dones espirituales. Pablo no trataba el tema de los buenos modales solamente. Así como en cualquier otro aspecto de la experiencia cristiana, el ejercicio apropiado de los dones espirituales es una señal de la sumisión del creyente a Dios. Esta sumisión se expresa de dos maneras:

En primer lugar, el cristiano se somete a la influencia del Espíritu en su vida cuando desea con fervor los dones espirituales. En segundo lugar, al manifestarse los dones, el creyente debe someterse continuamente a los deseos del Espíritu en cuanto a su ejercicio.

El Servicio Cristiano

Trasfondo bíblico: 2 Corintios 4:14-18; 5:1-21

Verdad central: La motivación del servicio cristiano es el amor a Cristo.

Texto áureo: Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 2 Corintios 5:20

Objetivos

1. Entender la naturaleza y la importancia del servicio cristiano.

2. La nueva vida después de la salvación consagrada a servir a Dios cada día.

Bosquejo

I. El servicio al Señor

A. Después de los conflictos

B. Responsables ante Dios

II. La predicación del evangelio

A. Movido por el temor del Señor

B. Movido por amor a Cristo

III. El ministerio de la reconciliación

A. La iniciativa de Dios

B. La responsabilidad del cristiano

Introducción

El servicio cristiano puede exigir un precio muy alto. Pablo lo sabía demasiado bien. En 2 Corintios 1:8-11 y 11:16-33, delineó algunas de las dificultades físicas y emocionales que enfrentaba. A pesar de toda la oposición y el desánimo del mundo y hasta de los creyentes, nada impediría que Pablo sirviera al Señor. Había aprendido a través de severas pruebas la grandeza del consuelo de Dios. Los cristianos de hoy en día son llamados a tener ese mismo nivel de dedicación demostrado por Pablo. Dios continúa confiándole a su pueblo la responsabilidad de llevar el evangelio a los perdidos y vivir como testimonios de la reconciliación que El le ofrece a la humanidad pecadora.

Comentario Bíblico

I. El servicio al Señor (2 Corintios 5:1-10)

A. Después de los conflictos

Mientras sufría la oposición. Pablo mantenía la mirada espiritual enfocada a la recompensa que les espera a los siervos de Dios después de esta vida. Comparó su cuerpo con una tienda de campaña y el cuerpo resucitado con una casa. La tienda o tolda es una habitación temporal. Se puede desarmar y mover de un lugar a otro y sirve para los que no están establecidos, pero una casa constituye una residencia permanente. La casa que Pablo anhelaba no es hecha por manos humanas sino espiritual y eterna; allí no hay dolor, enfermedad ni muerte.

Pregunta: ¿Cómo describe 2 Corintios 5:2 la actitud de Pablo de una futura recompensa?

La naturaleza humana de Pablo anhelaba mucho el día cuando su tabernáculo corporal se deshiciera y pudiera abandonarlo para habitar en su hogar eterno en el cielo. Describió esa sensación como "gemidos" (5:2).

Pablo además imaginaba el cuerpo resucitado como una nueva vestimenta que se pondría cuando abandonara el cuerpo físico. En el cielo no sería un espíritu sin forma sino que usaría la vestimenta de un cuerpo inmortal. Lo mortal seria absorbido por lo inmortal. Este era el propósito de Dios para Pablo cuando lo hizo, y como garantía, Dios le había dado el Espíritu Santo. Pablo vio en la presencia del Espíritu Santo en su vida las "arras" que le aseguraban el cuerpo glorificado que recibiría (5:5).

B. Responsables ante Dios

Pablo sabía que mientras viviera en este mundo, estaría ausente del Señor. Si Pablo hubiera podido elegir en el tiempo que escribía a los corintios, hubiera dejado el cuerpo físico para poder estar con el Señor. Sin embargo, hasta que ese día llegara, seguiría ocupado en la misión dada por Dios. Lo que más importaba no era si todavía estaba en la tierra o disfrutando del cielo, sino si su trabajo era aceptable al Señor.

Pregunta: ¿Qué se examinará cuando los cristianos estén ante el tribunal de Cristo?

Saber que tendría que dar cuenta a Dios motivaba a Pablo continuamente. No trabajaba para ganar la aprobación de los hombres, sino la de Dios. La crítica de los miembros de la iglesia y la opresión de la sociedad impía no importaban mientras su corazón permaneciera puro delante de Dios. Como el versículo 10 indica. Pablo tenia puestos los ojos en el día cuando comparecería ante Cristo y la labor de su vida sería evaluada. Esto no se refiere al gran trono blanco donde los incrédulos serán juzgados y condenados a un castigo eterno. Los resultados del juicio de los creyentes delante de Cristo serán la recompensa que Él les da para disfrutar.

No es fácil aceptar la crítica cuando una persona hace todo lo que puede para servir al Señor. Le duele profundamente cuando sus motivos se entienden o interpretan mal. Cuando ocurren tales cosas, el cristiano debe recordar que Dios juzga con justicia y conoce las verdaderas razones de sus acciones. Aunque los cristianos no pueden evitar el dolor de la crítica, si saben que agradan a Dios, pueden contar con el sustento de Su consuelo.

II. La predicación del evangelio (2 Corintios 5:11-16)

A. Movido por el temor del Señor

Pregunta: ¿Cómo podríamos definir el temor del Señor con relación a los creyentes?

El primer motivo de Pablo para hacer que otros conocieran a Cristo era el temor del Señor. Tal como se aplica a los creyentes, "temor" es una traducción mejor que "terror", pues es la reverencia a Dios. El deseo profundo de Pablo era contar con la aprobación de Dios respecto a las actitudes y acciones de su vida, porque reconocía el mérito de Dios. El apóstol acababa de mencionar el tribunal de Cristo ante el cual sabía que aparecería un día para que el Señor juzgara sus obras. Pablo reconoció la necesidad del hombre y la suya propia de rendir cuentas al Señor quien había muerto para librar al hombre de la esclavitud del pecado. Por tanto, la meta de Pablo era persuadir a los pecadores a que se rindieran a Cristo.

La última parte del versículo 11 es una sutil respuesta a sus detractores. Pablo sabía que no importaba lo que dijeran de él, pues Dios conocía y comprendía su vida. Pablo tenía la esperanza de que los corintios también pudieran ver claramente la clase de persona que era. El versículo 12 señala que no trataba de recomendarse a ellos. Solamente esperaba que el conocimiento de su ministerio y conducta los hiciera sentir orgullosos de él. Pablo afirmó eso a favor de los que lo apoyaban para que tuvieran una repuesta para los que ponían su confianza en cosas externas. Pablo no trató de responder a las burlas de sus opositores hablando de su propia apariencia externa. Más bien, recordó a los corintios que la condición del corazón de una persona es lo que importa.

Por el versículo 13 se sobreentiende que los que criticaban a Pablo hasta ponían en duda su estabilidad mental.

En vez de argumentar, Pablo sólo dijo:

"Muy bien, puede parecer que algunas veces me he vuelto loco. Y si es así, es porque estoy completamente dedicado a servir a Dios. Si hay ocasiones cuando vuelvo a estar cuerdo, es para el bien de ustedes." Otra vez, el énfasis de Pablo estaba en saber en su corazón cual era la voluntad de Dios para su vida, más bien que en las acciones o apariencias externas que complacían al mundo.

B. Movido por amor a Cristo

Pregunta: ¿En qué sentido se dice que todos han muerto con Cristo?

El segundo motivo del ministerio de Pablo era la relación de amor que compartía con Cristo. Ese amor lo constreñía y controlaba. Pablo definió toda su vida por lo que en su sacrificio Cristo había hecho por él. Cuando Cristo murió, toda la raza humana murió con El (5:14) porque murió para pagar las consecuencias espirituales, la muerte física y eterna, debida por la rebelión del hombre. No obstante, Cristo resucitó de entre los muertos y todos los que confían en su sacrificio han resucitado con Él, están libres del pecado y han vencido la muerte. Lo opuesto ocurre a los que han rechazado a Cristo. Debido a que desprecian el único camino a la salvación, su muerte es tanto física como espiritual. Esas personas sufrirán la muerte eterna por sus pecados.

El versículo 15 enfoca a los que han aceptado a Cristo, es decir a los que han muerto y resucitado con Él. Tienen el privilegio y la responsabilidad de vivir en santidad para siempre. Esa convicción absorbía a Pablo tanto que ansiaba que todos los creyentes la tuvieran.

El versículo 16 es otro comentario dirigido a los falsos apóstoles que trataban de ganarse el favor de los creyentes corintios. Esos impostores juzgaban a todos según sus normas humanas. De acuerdo a su evaluación, Pablo no tenía importancia. Sin embargo, Pablo le dijo a los corintios que había aprendido a no usar las opiniones de otros hombres para juzgar a la gente. En otra época, había considerado a Jesús desde un punto de vista humano, como el líder de una nueva secta que quería derrocar al judaísmo, pero todo eso había cambiado muchísimo cuando fue convertido en el camino a Damasco. Fue entonces que reconoció a Jesús como el Hijo de Dios resucitado.

Cuando los cristianos están motivados por un temor reverencial a Dios y aman a Cristo, su servicio cristiano no será mecánico. Compartir el evangelio con los que aún no creen será un privilegio y no una obligación monótona. Se preocuparán de agradar a Dios sin importarles el qué dirán. Esto no sugiere que deben ser tan indiferentes a los sentimientos de otros que se alegren de ofenderlos, sino que cuando se trata de agradar a Dios antes que al prójimo, querrán obedecer a El sin darle importancia a las consecuencias.

III. El ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:17-20)

A. La Iniciativa de Dios

Pregunta: ¿Por qué la expresión "en Cristo" ilustra tan bien el milagro de la salvación?

"En Cristo" es una expresión que Pablo usa a menudo en sus epístolas y reitera que la salvación es una transformación que une al creyente en un maravilloso compañerismo con su Creador y Redentor. También muestra que la salvación no es un rito ni un deseo de cambiar. La salvación es una vida nueva, no meramente "dar vuelta a la hoja" ni una serie de buenos propósitos que tarde o temprano se rompen.

"Y todo esto proviene de Dios" (versículo 18) significa que todo el cambio milagroso en la vida de un pecador arrepentido comienza en Dios, no en el hombre. Es Dios quien ha tomado la iniciativa de redimir al hombre. Él ha enviado a su Hijo para morir por la humanidad y a su Espíritu Santo para redargüir a los hombres de sus pecados para que vengan a Él.

B. La responsabilidad del cristiano

Nada podría describir con más exactitud la misión que Dios le dio a Pablo que la frase, "el ministerio de reconciliación". Reconciliar a dos personas es reunirías después que han estado separadas por ciertos conflictos.

El hombre fue creado a imagen de Dios pero cayó a causa de su propia desobediencia. Dios no le dio la espalda al hombre; el hombre dejó a Dios. Dios nunca quiso estar separado de su creación, pero la separación sucedió debido a la rebelión de las criaturas.

Dios desea tanto la reconciliación con la humanidad que le dio lo mejor que tenía, esto es, a su unigénito Hijo. Para que el hombre pueda reconciliarse con Dios debe venir a Él a través de Cristo Jesús. No hay otro camino. "Dios estaba en Cristo" (versículo 19). Cuando Jesús estaba en la tierra y le imploraba a los pecadores que regresaran a Dios, el Padre extendía las manos por medio de su Hijo y decía: "Vengan a mí...".

Pregunta: ¿Qué incluye el pago de Jesús de la deuda debida por el pecado?

"Tomar en cuenta" (versículo 19) es ponerlo a nuestra cuenta. En el registro de todos los que han nacido (excepto Jesús) hay una deuda que no se puede pagar: la deuda del pecado. Jesús pagó la deuda, pero la transacción no se cumple totalmente hasta que el pecador "firma su nombre" y se aparta del pecado para aceptar a Jesús como su Salvador y Señor. Esto permite que Dios quite la deuda de la cuenta ("no tomándoles en cuenta," versículo 19) del pecador para que no tenga que pagar las consecuencias eternas de su rebelión. La deuda se ha transferido a Jesús, y Él la ha pagado en su totalidad.

Después de su conversión Pablo pasó la vida hablándoles a otros de las buenas nuevas dondequiera que iba. Era el embajador que representaba al Rey de reyes en la tierra. Jesús había regresado al cielo, pero Pablo estaba de pie "en nombre de Cristo" para llamar al mundo perdido: "Reconciliaos con Dios" (5:20). La misión hoy no ha cambiado. Hay que llevar el mensaje de reconciliación al mundo perdido lo cual es la esencia del servicio cristiano.

Aplicación

Servir a Dios y a otros no es una carga si el motivo es el amor. Por eso nada disuadió a Pablo, ni la más feroz oposición ni las más duras dificultades. Amó tanto a Cristo que todo problema era insignificante en comparación con la fortaleza que recibía de su relación con Jesús. Ojalá que el amor y respeto a Cristo de parte de la Iglesia la afecte de la misma manera. En vista de todo lo que Dios ha hecho por ella, ¿cómo puede darle menos?

Aunque es una gran satisfacción reconciliar a dos personas que se han enemistado, no puede compararse con lo que siente la persona que se reconcilia con Dios. El hombre está separado de Dios por mucho más que un simple malentendido o diferencia de opinión. Es la corrupción del hombre y su desacato a los decretos de Dios lo que se levanta entre Dios y el hombre. La única manera de reconciliarlo era por medio de Cristo Jesús.

La Generosidad Cristiana

Trasfondo Bíblico: 2 Corintios 8:1a 9:15

Verdad central: Se debe dar con generosidad en respuesta al don de Dios de su Hijo.

Texto Áureo: Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 2 Corintios 9:6

Objetivos:

1. Reconocer la responsabilidad que tiene el creyente de suplir las necesidades de sus hermanos en la fe.

2. Reconocer la responsabilidad financiera ante Dios y buscar maneras de suplir generosamente las necesidades de otros.

Bosquejo

I. Ejemplos de generosidad

A. Responsabilidad mutua

B. Dar de todo corazón

II. Dar cuenta de las finanzas

A. El equilibrio de la carga

B. Precauciones sabias

III. Las bendiciones de la generosidad

A. Ejemplo a otros

B. La siembra y la cosecha

Introducción

La mayordomía de las posesiones materiales es importante en la relación con Dios. Pablo trató el tema de la mayordomía responsable cuando instruyó a los corintios en el estilo de vida que agrada a Dios. El pasaje en las Escrituras para este estudio tiene que ver con una ofrenda para los cristianos en Jerusalén. Pablo ya la había mencionado en su carta a la iglesia en Corinto (1 Corintios 16:1-4). Podríamos deducir de sus palabras en 2 Corintios que los creyentes no respondían a su enseñanza como él esperaba. Citó la generosidad de otros cristianos para animar a los creyentes en Corinto. Este asunto tan importante le dio al apóstol la oportunidad de insistir en otros principios que debían guiar a los cristianos respecto a las ofrendas. En las instrucciones de Pablo, no hay un tono áspero. El solamente quería que la gente diera porque así lo sentía en su corazón y no por obligación.

Comentario Bíblico

I. Ejemplos de generosidad (2 Corintios 8:1-11)

A. Responsabilidad mutua

Aunque hay muchas iglesias locales, la Iglesia es una, y cada grupo de creyentes tiene responsabilidad con los otros. La analogía de Pablo de las partes que son mutuamente dependientes dentro del cuerpo físico se puede aplicar a la interdependencia de los pequeños grupos de creyentes. Con la proliferación de denominaciones, se puede perder de vista el Cuerpo de Cristo unido por Dios.

Pregunta: ¿Por qué es la entrega al Señor el mejor fundamento para toda clase de ofrenda?

Desde el mismo principio de la Iglesia dentro de Jerusalén existió una preocupación por los creyentes de otros lugares que se demostró en forma evangelística. Cuando Felipe predicó el evangelio en Samaria y vio la maravillosa respuesta a su mensaje, parece que enseguida envió las buenas noticias a Jerusalén. En Hechos 8:14 está la respuesta de la iglesia: "Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allí a Pedro y a Juan." Una situación similar se registra en Hechos 11:19-23 donde la iglesia en Jerusalén envió a Bernabé a ministrar a la iglesia recién formada en Antioquía.

Unos veinte años después del establecimiento de la Iglesia del Señor, las condiciones cambiaron en Jerusalén. Ella había ofrecido valioso respaldo a las obras nuevas que se habían establecido por sus esfuerzos. Esas iglesias se habían establecido y estaban en pleno desarrollo mientras que las condiciones ahora eran malas para los creyentes en Jerusalén. Cuando Pablo escribió 2 Corintios, la iglesia en Jerusalén estaba pasando por tiempos difíciles financieramente y las otras iglesias la estaban ayudando. Las iglesias en Macedonia habían sobresalido en su ayuda. Su generosidad fue especialmente notable porque ellas habían pasado por pruebas también y estaban empobrecidas. Sin embargo, repetidas veces habían dado más de lo que su condición financiera podía soportar.

Pablo no tuvo que rogarles a los de Macedonia para que dieran. Ellos se acercaron pidiéndole "con muchos ruegos", e insistiendo que les permitiera participar en ese ministerio (versículo 4.) El versículo da la clave de la generosidad de esos creyentes. Antes de contribuir dinero a la iglesia en Jerusalén, se habían entregado al Señor. Los macedonios también fueron sumisos a la autoridad de Pablo y sus colaboradores que eran siervos del Señor. Si no existe antes de todo una sumisión amplia y clara al Señor, es dudoso que el ministerio de las ofrendas jamás desempeñe un papel importante en la vida del creyente.

B. Dar de todo corazón

Pregunta: ¿Por qué no quiso Pablo ordenarles a los corintios que ofrendaran?

La generosidad es algo que no se puede forzar. Debe surgir del corazón. Pablo deseaba más que una contribución de una sola vez de parte de la iglesia en Corinto. El ansiaba que la gente desarrollara el "espíritu de dar". Por esta razón tuvo cuidado de no dar mandamientos duros. En el versículo 7 felicitó al pueblo porque abundaba en dones espirituales, en toda solicitud y en amor al apóstol y sus hermanos obreros, pero quería que en ellos "abundara" el ministerio de dar. "No hablo como quien manda", dijo Pablo, y describió la norma establecida por otros esperando que los corintios hicieran otro tanto. La respuesta de ellos a esta norma probaría la sinceridad "del amor vuestro" (versículo 8).

En los versículos 1, 6,7 Pablo se refirió al dar como una obra de gracia. El versículo 9 señala a Jesús como el supremo ejemplo de gracia. El era rico, porque estaba rodeado de los esplendores del cielo, alabado y adorado por las huestes angelicales. Sin embargo, por la humanidad se sometió a la pobreza de la vida en esta tierra. "Las zorras tienen guaridas", le dijo Cristo a uno de sus posibles discípulos, "y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza" (Mateo 8:20). Luego de pasar por muchas pruebas en esta tierra. Jesús murió con un sufrimiento indescriptible. Al pensar en un sacrificio de esta magnitud, sólo se debe hacer el mayor esfuerzo cuando se trata de dar. Hay que estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para obedecerle, no importa cuál sea el costo.

Los versículos 10 y 11 indican que al principio los corintios estaban a la vanguardia en cuanto a sus ofrendas a la iglesia en Jerusalén, pero parece que su entusiasmo menguó. Tenían que terminar con lo que habían empezado. Dios pidió de que dieran sólo de lo "que tengáis". No se fuerza al cristiano a dar lo que no tiene, pero sí debe dar de lo que tiene.

Pablo puso a prueba la sinceridad del amor de los corintios al instarles a ser generosos en sus ofrendas. En algunos casos los cristianos que se destacan en otros aspectos de su servicio a menudo faltan en el dar. Es importante recordar el amor y sacrificio del Señor Jesucristo y reconocer que lo que el creyente tiene no le pertenece. Dios se lo ha dado por un tiempo limitado, y desea que sea buen mayordomo o administrador de los bienes materiales.

II. Dar cuenta de las finanzas (2 Corintios 8:12-24)

A. El equilibrio de la carga

Cuando se trata de dar, lo que importa es una "voluntad dispuesta" (versículo 12). La buena disposición para dar es lo que Dios quiere, no la cantidad que se da. El ofrendar toma en consideración lo que uno tiene para dar. No hay un mejor ejemplo bíblico que el de la viuda que dio todo lo que tenía aunque fuera mucho menos que las cantidades dadas por los ricos. Ante Dios, lo que ella dio fue mucho más que lo que ellos dieron, porque era mayor en proporción a lo que ella poseía (Marcos 12:41-44).

Pablo anticipó que algunos corintios lo criticarían porque se quejarían de que les imponía una carga financiera indebida. El apóstol no tenía intención de que dieran más de lo que estaba a su alcance. Por el contrario, solamente deseaba que dieran la parte que les correspondía. Aunque los corintios no eran ricos, en ese momento tenían suficiente para ayudar a los cristianos en Jerusalén sin hacer un sacrificio indebido. Además, la situación podría cambiar cuando la iglesia en Jerusalén se encontrara en una situación mejor, mientras la de Corinto pasara por aprietos económicos y necesitara su ayuda (versículos 13,14).

Pregunta: ¿De qué manera Ilustra la recogida del maná lo que Pablo quiere enseñar?

En el versículo 15 Pablo usó la ilustración del maná que los israelitas habían recogido cada día. Dios se ocupó de que aunque algunos recogieran más que otros, al final todos tendrían lo que necesitaban (Éxodo 16:17,18). De ahí que en la providencia de Dios, hubo igualdad entre su pueblo.

Puede hacerse hincapié en dos principios aquí. Primero, el concepto de dar según lo que uno tiene es algo que se menciona en muchas solicitudes de fondos de distintos ministerios hoy en día. El uso de los medios de comunicación en grande por parte de algunos individuos para solicitar dinero pasa por alto las necesidades materiales de los que contribuyen. Las promesas de que Dios bendecirá a los que dan con "sacrificio" a menudo es sólo una máscara que esconde la codicia insaciable de los que piden las ofrendas. Esto no quiere decir que el verdadero sacrificio sea un error. Una vez más, se debe recordar que las iglesias en Macedonia dieron con sacrificio, pero sólo después que "a si mismos se dieron primeramente al Señor". Una vez que se habían sometido de esta manera, entonces se dieron a los apóstoles "por la voluntad de Dios" (8:5).

B. Precauciones sabias

Pregunta: ¿Por qué fue necesario que otros ayudaran a Tito en su labor?

Pablo tomó toda precaución posible para no exponerse a la crítica ni a la sospecha en el manejo de las finanzas. Tito había estado como supervisor del proyecto. Sin embargo, estaba muy cerca de Pablo, y los que estaban ansiosos de criticar al apóstol podrían haber sugerido que los dos conspiraban para quedarse con un poco de ese dinero. Debía evitarse todo lo que diera tal impresión. A Tito lo acompañarían dos cristianos que, aunque anónimos, eran bien conocidos en las iglesias y tenidos en alta estima. Además, esos individuos no fueron nombrados por Pablo. Las iglesias los habían elegido para que asistieran en esa labor (versículos 19, 23).

Nada molestaría más a Pablo que una acusación falsa de no tener buena conducta en una labor cuya intención era ayudar a los cristianos necesitados. Aunque sabía que era honrado ante Dios, deseaba estar seguro que lo que hacia también era honrado ante el pueblo (versículos 20, 21).

Los cristianos deben ser muy escrupulosos en el manejo de las finanzas, especialmente cuando se trata del dinero ajeno. Los creyentes pueden irritarse por tener que tomar precauciones para evitar cualquier sospecha, pero vale la pena. El mundo observa la manera como la Iglesia maneja el dinero. Aunque las acusaciones sean infundadas, la causa de Cristo sufre si hay siquiera la más mínima apariencia de mal manejo. Esto requiere que se sigan normas muy estrictas en lo que tiene que ver con las entradas y salidas del dinero de la iglesia.

III. Las bendiciones de la generosidad (2 Corintios 9:1-15)

A. Ejemplo a otros

Pablo dijo que sabía que no era necesario instar a los corintios a dar. Un año antes habían mostrado cuan ansiosos estaban de hacerlo. Pablo había hablado a los de Macedonia con respecto a la generosidad de los corintios. Ellos se habían vuelto un ejemplo para muchos debido a su entusiasmo al compartir con los creyentes necesitados en Jerusalén.

Pregunta: ¿Qué daño podría producir un cambio de actitud en los corintios?

Sin embargo, ahora Pablo se daba cuenta del cambio de actitud de los corintios. Si los macedonios y otros se enteraban de que la iglesia en Corinto no había terminado lo que había empezado, sería vergonzoso para Pablo y los corintios. Por precaución, envió a Tito y a sus ayudantes a Corinto para asegurarse de que la ofrenda estuviera lista cuando llegara el momento de llevarla a Jerusalén.

B. La siembra y la cosecha

En el versículo 6 Pablo da inicio a una enseñanza que incluye ánimo y exhortación. Utilizando un ejemplo de la agricultura, señaló que "el que siembra escasamente, también segará escasamente". Es decir que para tener una cosecha abundante debe sembrarse en abundancia. El mismo principio se aplica al dar dinero. Los generosos van a experimentar las bendiciones abundantes de Dios. El motivo para dar debe surgir de un corazón alegre. Sin esta actitud, el dar se hará de mala gana y hasta con resentimiento. Si uno da por obligación y sin gozo, no agradará a Dios.

En caso de que el cristiano de Corinto se preocupara de que si daba una ofrenda sufriría financieramente, Pablo quitó tales dudas. Les recordó que nunca podrían dar más que Dios. Dios les bendeciría tanto en lo espiritual como en lo material. En el versículo 9 Pablo citó el Salmo 112:9 para reforzar su enseñanza de que el que da con generosidad también disfrutará de lo mejor que Dios tiene. La semilla y el pan mencionados en el versículo 10 parece que se refieren a las finanzas. Dios multiplicaría lo que dieran y ellos segarían una cosecha mayor de lo que pudieran imaginarse.

En los versículos 11-13 Pablo le dijo a los corintios que además de ayudar a los cristianos en Jerusalén, su liberalidad financiera llevaría a los creyentes de otras iglesias a agradecer a Dios por ese ministerio a los hermanos necesitados. La iglesia en Jerusalén, así como otros, ministrarían espiritualmente a los corintios al interceder en oración por ellos (versículo 14). Pablo concluyó al indicar el mayor ejemplo de alguien que había dado con liberalidad, la dádiva de Dios de su propio Hijo a la humanidad (versículo 15).

Pregunta: ¿Qué clases de bendición envía Dios a los cristianos generosos?

No se da con la esperanza de que Dios haga rico al dador. Sin embargo, Dios asegura que responderá a la fidelidad en dar al suplir las necesidades. También se debe recordar que junto con las bendiciones materiales, Dios enriquecerá al dador en lo espiritual cuando da de buena voluntad.

Aplicación

La espiritualidad y generosidad en dar son inseparables. La actitud hacia el dinero es la prueba de la relación con Cristo. La gente esclavizada por las normas del mundo se aferra a las cosas materiales. Esta actitud predomina tanto en el mundo que los cristianos tienen que luchar contra ella a diario. Buscar primero el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33) significa mantener la meta espiritual por delante de la material.

Una de las grandes pruebas en las ofrendas es la buena voluntad de compartir con otros. Si se han recibido bendiciones, se debe ayudar a los que pasan por dificultades financieras. Los que hayan practicado esta clase de generosidad pueden testificar que les da mucho gozo y satisfacción. Jesús ha dado más que ningún otro.

La Generosidad Cristiana

Trasfondo Bíblico: 2 Corintios 8:1a 9:15

Verdad central: Se debe dar con generosidad en respuesta al don de Dios de su Hijo.

Texto Áureo: Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 2 Corintios 9:6

Objetivos:

1. Reconocer la responsabilidad que tiene el creyente de suplir las necesidades de sus hermanos en la fe.

2. Reconocer la responsabilidad financiera ante Dios y buscar maneras de suplir generosamente las necesidades de otros.

Bosquejo

I. Ejemplos de generosidad

A. Responsabilidad mutua

B. Dar de todo corazón

II. Dar cuenta de las finanzas

A. El equilibrio de la carga

B. Precauciones sabias

III. Las bendiciones de la generosidad

A. Ejemplo a otros

B. La siembra y la cosecha

Introducción

La mayordomía de las posesiones materiales es importante en la relación con Dios. Pablo trató el tema de la mayordomía responsable cuando instruyó a los corintios en el estilo de vida que agrada a Dios. El pasaje en las Escrituras para este estudio tiene que ver con una ofrenda para los cristianos en Jerusalén. Pablo ya la había mencionado en su carta a la iglesia en Corinto (1 Corintios 16:1-4). Podríamos deducir de sus palabras en 2 Corintios que los creyentes no respondían a su enseñanza como él esperaba. Citó la generosidad de otros cristianos para animar a los creyentes en Corinto. Este asunto tan importante le dio al apóstol la oportunidad de insistir en otros principios que debían guiar a los cristianos respecto a las ofrendas. En las instrucciones de Pablo, no hay un tono áspero. El solamente quería que la gente diera porque así lo sentía en su corazón y no por obligación.

Comentario Bíblico

I. Ejemplos de generosidad (2 Corintios 8:1-11)

A. Responsabilidad mutua

Aunque hay muchas iglesias locales, la Iglesia es una, y cada grupo de creyentes tiene responsabilidad con los otros. La analogía de Pablo de las partes que son mutuamente dependientes dentro del cuerpo físico se puede aplicar a la interdependencia de los pequeños grupos de creyentes. Con la proliferación de denominaciones, se puede perder de vista el Cuerpo de Cristo unido por Dios.

Pregunta: ¿Por qué es la entrega al Señor el mejor fundamento para toda clase de ofrenda?

Desde el mismo principio de la Iglesia dentro de Jerusalén existió una preocupación por los creyentes de otros lugares que se demostró en forma evangelística. Cuando Felipe predicó el evangelio en Samaria y vio la maravillosa respuesta a su mensaje, parece que enseguida envió las buenas noticias a Jerusalén. En Hechos 8:14 está la respuesta de la iglesia: "Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allí a Pedro y a Juan." Una situación similar se registra en Hechos 11:19-23 donde la iglesia en Jerusalén envió a Bernabé a ministrar a la iglesia recién formada en Antioquía.

Unos veinte años después del establecimiento de la Iglesia del Señor, las condiciones cambiaron en Jerusalén. Ella había ofrecido valioso respaldo a las obras nuevas que se habían establecido por sus esfuerzos. Esas iglesias se habían establecido y estaban en pleno desarrollo mientras que las condiciones ahora eran malas para los creyentes en Jerusalén. Cuando Pablo escribió 2 Corintios, la iglesia en Jerusalén estaba pasando por tiempos difíciles financieramente y las otras iglesias la estaban ayudando. Las iglesias en Macedonia habían sobresalido en su ayuda. Su generosidad fue especialmente notable porque ellas habían pasado por pruebas también y estaban empobrecidas. Sin embargo, repetidas veces habían dado más de lo que su condición financiera podía soportar.

Pablo no tuvo que rogarles a los de Macedonia para que dieran. Ellos se acercaron pidiéndole "con muchos ruegos", e insistiendo que les permitiera participar en ese ministerio (versículo 4.) El versículo da la clave de la generosidad de esos creyentes. Antes de contribuir dinero a la iglesia en Jerusalén, se habían entregado al Señor. Los macedonios también fueron sumisos a la autoridad de Pablo y sus colaboradores que eran siervos del Señor. Si no existe antes de todo una sumisión amplia y clara al Señor, es dudoso que el ministerio de las ofrendas jamás desempeñe un papel importante en la vida del creyente.

B. Dar de todo corazón

Pregunta: ¿Por qué no quiso Pablo ordenarles a los corintios que ofrendaran?

La generosidad es algo que no se puede forzar. Debe surgir del corazón. Pablo deseaba más que una contribución de una sola vez de parte de la iglesia en Corinto. El ansiaba que la gente desarrollara el "espíritu de dar". Por esta razón tuvo cuidado de no dar mandamientos duros. En el versículo 7 felicitó al pueblo porque abundaba en dones espirituales, en toda solicitud y en amor al apóstol y sus hermanos obreros, pero quería que en ellos "abundara" el ministerio de dar. "No hablo como quien manda", dijo Pablo, y describió la norma establecida por otros esperando que los corintios hicieran otro tanto. La respuesta de ellos a esta norma probaría la sinceridad "del amor vuestro" (versículo 8).

En los versículos 1, 6,7 Pablo se refirió al dar como una obra de gracia. El versículo 9 señala a Jesús como el supremo ejemplo de gracia. El era rico, porque estaba rodeado de los esplendores del cielo, alabado y adorado por las huestes angelicales. Sin embargo, por la humanidad se sometió a la pobreza de la vida en esta tierra. "Las zorras tienen guaridas", le dijo Cristo a uno de sus posibles discípulos, "y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza" (Mateo 8:20). Luego de pasar por muchas pruebas en esta tierra. Jesús murió con un sufrimiento indescriptible. Al pensar en un sacrificio de esta magnitud, sólo se debe hacer el mayor esfuerzo cuando se trata de dar. Hay que estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para obedecerle, no importa cuál sea el costo.

Los versículos 10 y 11 indican que al principio los corintios estaban a la vanguardia en cuanto a sus ofrendas a la iglesia en Jerusalén, pero parece que su entusiasmo menguó. Tenían que terminar con lo que habían empezado. Dios pidió de que dieran sólo de lo "que tengáis". No se fuerza al cristiano a dar lo que no tiene, pero sí debe dar de lo que tiene.

Pablo puso a prueba la sinceridad del amor de los corintios al instarles a ser generosos en sus ofrendas. En algunos casos los cristianos que se destacan en otros aspectos de su servicio a menudo faltan en el dar. Es importante recordar el amor y sacrificio del Señor Jesucristo y reconocer que lo que el creyente tiene no le pertenece. Dios se lo ha dado por un tiempo limitado, y desea que sea buen mayordomo o administrador de los bienes materiales.

II. Dar cuenta de las finanzas (2 Corintios 8:12-24)

A. El equilibrio de la carga

Cuando se trata de dar, lo que importa es una "voluntad dispuesta" (versículo 12). La buena disposición para dar es lo que Dios quiere, no la cantidad que se da. El ofrendar toma en consideración lo que uno tiene para dar. No hay un mejor ejemplo bíblico que el de la viuda que dio todo lo que tenía aunque fuera mucho menos que las cantidades dadas por los ricos. Ante Dios, lo que ella dio fue mucho más que lo que ellos dieron, porque era mayor en proporción a lo que ella poseía (Marcos 12:41-44).

Pablo anticipó que algunos corintios lo criticarían porque se quejarían de que les imponía una carga financiera indebida. El apóstol no tenía intención de que dieran más de lo que estaba a su alcance. Por el contrario, solamente deseaba que dieran la parte que les correspondía. Aunque los corintios no eran ricos, en ese momento tenían suficiente para ayudar a los cristianos en Jerusalén sin hacer un sacrificio indebido. Además, la situación podría cambiar cuando la iglesia en Jerusalén se encontrara en una situación mejor, mientras la de Corinto pasara por aprietos económicos y necesitara su ayuda (versículos 13,14).

Pregunta: ¿De qué manera Ilustra la recogida del maná lo que Pablo quiere enseñar?

En el versículo 15 Pablo usó la ilustración del maná que los israelitas habían recogido cada día. Dios se ocupó de que aunque algunos recogieran más que otros, al final todos tendrían lo que necesitaban (Éxodo 16:17,18). De ahí que en la providencia de Dios, hubo igualdad entre su pueblo.

Puede hacerse hincapié en dos principios aquí. Primero, el concepto de dar según lo que uno tiene es algo que se menciona en muchas solicitudes de fondos de distintos ministerios hoy en día. El uso de los medios de comunicación en grande por parte de algunos individuos para solicitar dinero pasa por alto las necesidades materiales de los que contribuyen. Las promesas de que Dios bendecirá a los que dan con "sacrificio" a menudo es sólo una máscara que esconde la codicia insaciable de los que piden las ofrendas. Esto no quiere decir que el verdadero sacrificio sea un error. Una vez más, se debe recordar que las iglesias en Macedonia dieron con sacrificio, pero sólo después que "a si mismos se dieron primeramente al Señor". Una vez que se habían sometido de esta manera, entonces se dieron a los apóstoles "por la voluntad de Dios" (8:5).

B. Precauciones sabias

Pregunta: ¿Por qué fue necesario que otros ayudaran a Tito en su labor?

Pablo tomó toda precaución posible para no exponerse a la crítica ni a la sospecha en el manejo de las finanzas. Tito había estado como supervisor del proyecto. Sin embargo, estaba muy cerca de Pablo, y los que estaban ansiosos de criticar al apóstol podrían haber sugerido que los dos conspiraban para quedarse con un poco de ese dinero. Debía evitarse todo lo que diera tal impresión. A Tito lo acompañarían dos cristianos que, aunque anónimos, eran bien conocidos en las iglesias y tenidos en alta estima. Además, esos individuos no fueron nombrados por Pablo. Las iglesias los habían elegido para que asistieran en esa labor (versículos 19, 23).

Nada molestaría más a Pablo que una acusación falsa de no tener buena conducta en una labor cuya intención era ayudar a los cristianos necesitados. Aunque sabía que era honrado ante Dios, deseaba estar seguro que lo que hacia también era honrado ante el pueblo (versículos 20, 21).

Los cristianos deben ser muy escrupulosos en el manejo de las finanzas, especialmente cuando se trata del dinero ajeno. Los creyentes pueden irritarse por tener que tomar precauciones para evitar cualquier sospecha, pero vale la pena. El mundo observa la manera como la Iglesia maneja el dinero. Aunque las acusaciones sean infundadas, la causa de Cristo sufre si hay siquiera la más mínima apariencia de mal manejo. Esto requiere que se sigan normas muy estrictas en lo que tiene que ver con las entradas y salidas del dinero de la iglesia.

III. Las bendiciones de la generosidad (2 Corintios 9:1-15)

A. Ejemplo a otros

Pablo dijo que sabía que no era necesario instar a los corintios a dar. Un año antes habían mostrado cuan ansiosos estaban de hacerlo. Pablo había hablado a los de Macedonia con respecto a la generosidad de los corintios. Ellos se habían vuelto un ejemplo para muchos debido a su entusiasmo al compartir con los creyentes necesitados en Jerusalén.

Pregunta: ¿Qué daño podría producir un cambio de actitud en los corintios?

Sin embargo, ahora Pablo se daba cuenta del cambio de actitud de los corintios. Si los macedonios y otros se enteraban de que la iglesia en Corinto no había terminado lo que había empezado, sería vergonzoso para Pablo y los corintios. Por precaución, envió a Tito y a sus ayudantes a Corinto para asegurarse de que la ofrenda estuviera lista cuando llegara el momento de llevarla a Jerusalén.

B. La siembra y la cosecha

En el versículo 6 Pablo da inicio a una enseñanza que incluye ánimo y exhortación. Utilizando un ejemplo de la agricultura, señaló que "el que siembra escasamente, también segará escasamente". Es decir que para tener una cosecha abundante debe sembrarse en abundancia. El mismo principio se aplica al dar dinero. Los generosos van a experimentar las bendiciones abundantes de Dios. El motivo para dar debe surgir de un corazón alegre. Sin esta actitud, el dar se hará de mala gana y hasta con resentimiento. Si uno da por obligación y sin gozo, no agradará a Dios.

En caso de que el cristiano de Corinto se preocupara de que si daba una ofrenda sufriría financieramente, Pablo quitó tales dudas. Les recordó que nunca podrían dar más que Dios. Dios les bendeciría tanto en lo espiritual como en lo material. En el versículo 9 Pablo citó el Salmo 112:9 para reforzar su enseñanza de que el que da con generosidad también disfrutará de lo mejor que Dios tiene. La semilla y el pan mencionados en el versículo 10 parece que se refieren a las finanzas. Dios multiplicaría lo que dieran y ellos segarían una cosecha mayor de lo que pudieran imaginarse.

En los versículos 11-13 Pablo le dijo a los corintios que además de ayudar a los cristianos en Jerusalén, su liberalidad financiera llevaría a los creyentes de otras iglesias a agradecer a Dios por ese ministerio a los hermanos necesitados. La iglesia en Jerusalén, así como otros, ministrarían espiritualmente a los corintios al interceder en oración por ellos (versículo 14). Pablo concluyó al indicar el mayor ejemplo de alguien que había dado con liberalidad, la dádiva de Dios de su propio Hijo a la humanidad (versículo 15).

Pregunta: ¿Qué clases de bendición envía Dios a los cristianos generosos?

No se da con la esperanza de que Dios haga rico al dador. Sin embargo, Dios asegura que responderá a la fidelidad en dar al suplir las necesidades. También se debe recordar que junto con las bendiciones materiales, Dios enriquecerá al dador en lo espiritual cuando da de buena voluntad.

Aplicación

La espiritualidad y generosidad en dar son inseparables. La actitud hacia el dinero es la prueba de la relación con Cristo. La gente esclavizada por las normas del mundo se aferra a las cosas materiales. Esta actitud predomina tanto en el mundo que los cristianos tienen que luchar contra ella a diario. Buscar primero el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33) significa mantener la meta espiritual por delante de la material.

Una de las grandes pruebas en las ofrendas es la buena voluntad de compartir con otros. Si se han recibido bendiciones, se debe ayudar a los que pasan por dificultades financieras. Los que hayan practicado esta clase de generosidad pueden testificar que les da mucho gozo y satisfacción. Jesús ha dado más que ningún otro.

Los Conflictos Espirituales

Trasfondo Bíblico: 2 Corintios 10:1-6; 11:2-31

Verdad central: En las batallas espirituales, solamente las armas espirituales son eficaces.

Texto Áureo: Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. 2 Corintios 10:4

Objetivos

1. Comprender los aspectos del conflicto espiritual que enfrentará el cristiano.

2. Reconocer las limitaciones, depender de las armas espirituales que Dios ofrece y madurar en la fe como resultado del conflicto espiritual.

Bosquejo

I. La guerra espiritual

A. Una súplica tierna

B. Las armas del espíritu

II. Confrontación de falsos maestros

A. Debilitación del fundamento

B. Expertos en el engaño

III. Sufrir por Cristo

A. Los conflictos de un apóstol

B. El sufrimiento interno

Introducción

El conflicto espiritual es el más furioso de todos los conflictos. Cuando los ejércitos se enfrentan en la batalla, es un conflicto entre humanos, una lucha contra enemigos visibles; saben de dónde vienen y cuándo atacan. Aun en las guerras modernas las armas son físicas, pero no es así en una batalla espiritual. El conflicto se lleva a cabo dentro de cada creyente, en su espíritu, mente y emociones. Lucha contra un enemigo a quien no puede ver. Así como un comandante militar diestro sabe que debe elegir armas eficaces en la batalla que ha de pelear, Dios ha dado las armas que se necesitan para triunfar en el ámbito espiritual. Un capitán no espera que sus soldados peleen contra los tanques de guerra con revólveres. Dios no espera que dependamos de la sabiduría y habilidad humanas para resistir los ataques de Satanás. Para ser victoriosos, los creyentes deben confiar en las armas que el Espíritu Santo pone en sus manos.

Comentario Bíblico

I. La guerra espiritual (2 Corintios 10:1-6)

A. Una súplica tierna

Pregunta: ¿Por qué era de suma importancia que los creyentes reconocieran la autoridad apostólica de Pablo?

Aparentemente la mayoría de los creyentes corintios apoyaban a Pablo. Sin embargo, la minoría que se le oponía era implacable en sus esfuerzos para desacreditar su ministerio. Las repetidas denuncias hechas contra Pablo lo hicieron responder a los ataques. El estaba preocupado por el daño hecho a su autoridad apostólica, no a él. Si ese grupo podía destruir la confianza de los corintios en esa autoridad, el ministerio de Pablo a ellos se volvería ineficaz.

Con ternura Pablo suplicó a la iglesia recordándole la mansedumbre de Cristo, no con la mano de hierro de un dictador. Sin embargo, como se puede notar, Pablo no quería que nadie confundiera su ternura con la timidez cuando se trataba de la causa del evangelio. Sus enemigos lo habían acusado de ser valiente sólo cuando estaba ausente. Decían que Pablo expresaba sus reprensiones por carta, pero que era demasiado cobarde para hacerlo cuando estaba presente en Corinto. Pablo le suplicó a la iglesia que cuando regresara, no le hicieran demostrar a sus enemigos el valor que decían que no tenía (versículo 2). Prefería servirles con mansedumbre y ternura.

B. Las armas del Espíritu

Esta minoría de individuos ruidosos acusaba a Pablo de tener los mismos motivos de los mundanos. Pablo le hizo frente a esa calumnia. El caminaba "en la carne" (versículo 3) sólo en el sentido que todos los humanos deben vivir en su cuerpo en este mundo.

Sin embargo. Pablo no dirigía su vida de acuerdo a las normas humanas pecaminosas. Sabía que estaba en una batalla espiritual así que nunca trató de pelear con armas carnales. Es inútil utilizar la sabiduría y habilidades humanas contra los enemigos espirituales. El más sabio no puede hacer nada contra las fuerzas espirituales malignas.

Pablo echó mano de las armas que el Espíritu Santo suple (versículo 4). Luchó contra el enemigo con armas que incluían la oración de intercesión, la Palabra de Dios y los dones sobrenaturales del Espíritu. Estas armas pueden echar abajo toda resistencia que Satanás lanza.

Pregunta: ¿Cuáles son algunas fortalezas de Satanás en la sociedad de hoy?

Aunque las "fortalezas" mencionadas en el versículo 4 no se especifican, en seguida podemos reconocer algunos ejemplos. Satanás usa instrumentos humanos para fortificar sus defensas y afirmar su lucha contra Cristo. La gente impía hace un esfuerzo conjunto para resistir a la autoridad de Dios. Algunas veces hay organizaciones que atacan al cristianismo directamente, tal como los gobiernos que declaran ilegal la propagación del evangelio. Existen fuerzas que promueven la actividad pecaminosa dentro de la sociedad, tales como la pornografía y las drogas. Las religiones falsas pueden alcanzar popularidad. En cualquiera de estos casos, los enemigos de la Iglesia podrían estar respaldados por lo que parece ser un fondo grande de finanzas. Nombres de personas celebres podrían asociarse con estas fortalezas. Oponerse a ellas con eficacia está más allá de los recursos personales o capacidades de cualquier cristiano, pero Pablo dijo que las armas del Espíritu son más poderosas.

Pregunta: ¿Por qué es importante que el fundamento doctrinal de la Iglesia se mantenga firme?

Luego de dar una descripción de las fuerzas que se han afirmado para la batalla contra la obra de Dios, Pablo expresa su deseo de restaurar la potencia espiritual de la iglesia en Corinto. Quería estar seguro de que la mayoría de los creyentes corintios estaban firmemente establecidos en la fe y el respaldo de su ministerio. Cuando estuviera seguro se prepararía para tratar con los pocos que todavía dividían a la congregación (versículo 6).

Los enemigos que los cristianos enfrentan son formidables. Cada creyente tiene desafíos que ponen a prueba su fe más allá de los límites de su propia fuerza, pero es precisamente entonces cuando la victoria espiritual está a su alcance. Como Pablo dice dos capítulos más adelante, el poder de Dios se perfeccionará cuando lo débil del hombre confíe en Él (12:9). El temor no tiene que paralizarlo. El Espíritu de Dios pone a la disposición de los cristianos armas espirituales con las que pueden obtener la victoria contra la oposición más resuelta.

II. Confrontación de falsos maestros (2 Corintios 11:2-4,13-15)

A. Debilitación del fundamento

En la batalla de Satanás contra la Iglesia, la mayoría de sus ataques no son de frente. Una de sus estrategias más eficaces es la de debilitar el fundamento doctrinal de la Iglesia al propagar el error. Pablo temía que los emisarios del diablo en Corinto estaban usando esta táctica.

Pablo usó como ejemplo la seriedad y santidad de la relación matrimonial para ilustrar la de la Iglesia con Cristo. Se consideraba como un padre y a la iglesia en Corinto como la hija virgen que le había prometido a Cristo como novia. Estaba consciente de otros que competían por sus afectos, y se despertó su celo santo.

El comparó las artimañas de esos engañadores con la astucia de Satanás cuando engañó a Eva. El conocía la estrategia del enemigo y su astucia al tratar de ganarse el favor de la novia de Cristo. "Sincera fidelidad" se refiere a la devoción pura y sin desvíos que había caracterizado la relación de los corintios con Cristo en el pasado. Si ellos se rendían a las enseñanzas de los falsos apóstoles, esa sincera fidelidad seria destruida (versículos 2-4).

B. Expertos en el engaño

Tenga en cuenta el engaño triple que el mensaje de los falsos maestros presentaba: Jesús, espíritu y evangelio diferentes (versículo 4). Nadie debe pensar que una enseñanza no puede investigarse para ver si es errónea sólo porque el nombre de Jesús se menciona en ella. La gente a veces usa el nombre de un personaje célebre para beneficio propio; los falsos maestros religiosos también usan el nombre de Jesús con el mismo fin. En la época de Pablo, fue "otro Jesús." El espíritu que impulsaba a los falsos apóstoles en Corinto no era el Espíritu Santo sino "otro espíritu". Su "evangelio" puede haber parecido espiritual, pero era como el que Pablo mencionó en Gálatas 1:6,7: "No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo". Era otro mensaje religioso, no el de las buenas nuevas de Jesucristo.

Pregunta: ¿De qué manera sigue el error religioso moderno reflejando las mismas faltas básicas señaladas por Pablo?

El "otro Jesús" de los falsos maestros religiosos modernos a menudo es una persona de hermoso carácter y lleno de buenas enseñanzas y dichos maravillosos. Es un ejemplo de bondad y amor. Poco dispuestas a aceptar la divinidad del verdadero Jesús, las religiones falsas presentan a un Jesús que ocupa el mismo nivel de importancia que los otros maestros religiosos de la historia. No es el Jesús del Nuevo Testamento. El Jesús que esa gente predica no es el Hijo de Dios nacido de una virgen; el Salvador del mundo que murió, resucitó y ascendió a los cielos; el Juez y Rey venidero.

En los versículos 13-15 Pablo exhorta a los cristianos a no juzgar a los maestros religiosos sólo por sus apariencias. Los falsos maestros hacen todo lo posible por parecer genuinos. Ellos usan muchas de las mismas expresiones de los maestros cristianos. Para tener éxito en el engaño, siguen el ejemplo de Satanás, que es su líder. Satanás no le presenta una cara horripilante al mundo. Se acerca a la gente para ofrecerle muchos placeres y cosas hermosas. Con su falsa "religión" Satanás les da una apariencia de espiritualidad a los estilos de vida que promueve. Las primeras tentaciones que Satanás presenta a la gente no siempre son hechos aparentemente terribles, aunque estos pueden venir después que sus víctimas han caído en la red, engañadas por su disfraz de ángel de luz. Como Satanás, los falsos maestros pueden paulatinamente llevar a los inocentes cada vez más profundo en el pecado. También, como Satanás, ellos tendrán que estar ante el tribunal de Dios. Su fin ha de ser conforme a sus "obras" (versículo 15).

Las enseñanzas religiosas falsas pueden diferir en muchos aspectos, pero tienen una serie de características en común. Esas enseñanzas promueven una religión de obras, y niegan que el hombre necesita a un Salvador. Muy a menudo, rechazan el principio de que el hombre ha de dar cuenta a Dios de sus decisiones. Las enseñanzas falsas no reconocen a Jesús como el Hijo de Dios, aunque a veces usan el mismo lenguaje para engañar y encubrir ese hecho. Rechazan la expiación, la resurrección y la segunda venida de Cristo. Los cristianos deben estar al tanto del lenguaje engañoso de los falsos maestros. Su terminología suena bien pero es sólo un disfraz para sus mentiras. Los cristianos no pueden darse el lujo de ser crédulos y aceptar toda enseñanza que parezca religiosa. Deben estar llenos del Espíritu y tener un buen entendimiento de la Palabra escrita para mantenerse alerta contra las estratagemas de Satanás.

III. Sufrir por Cristo (2 Corintios 11:23-31)

A. Los conflictos de un apóstol

Pregunta: ¿Por qué dijo Pablo que hablaba como loco al mencionar sus sufrimientos?

Los conflictos espirituales pueden llevarlo a uno a sufrir físicamente como dijo Pablo. Su relato de lo que tuvo que sufrir fue la respuesta a los reclamos de los falsos apóstoles de Corinto. Pablo no era jactancioso, así que cuando sintió la necesidad de jactarse para compararse a los engañadores, dijo lo siguiente como prólogo a su comentario: "Como si estuviera loco hablo" (versículo 23). Es decir, que tenía que hablar de esa manera para referirse a las acusaciones de que era objeto.

El apóstol retó a los engañadores a que se asemejaran a él en lo que había sufrido por Cristo. El trabajó constantemente más que cualquiera de ellos; fue azotado, sufrió prisiones y estuvo en peligros de muerte a causa de Cristo y su ministerio. Tales cosas no les ocurrieron a los falsos apóstoles.

Algunos de los sufrimientos que Pablo mencionó están registrados en el libro de Hechos. Por ejemplo, el naufragio. Fue azotado ocho veces, cinco de las cuales fueron los cuarenta azotes menos uno administrados por los judíos de las sinagogas. Sólo los azotes recibidos en Filipos se describen en Hechos 16:22,23. Los detalles de la lapidación en Lisera pueden encontrarse en Hechos 14. Pablo también mencionó una noche y un día pasados en alta mar.

Pablo viajaba constantemente para propagar el evangelio. A menudo cuando viajaba, corría el riesgo de que le hicieran daño. Ya fuera en alta mar, las ciudades o el campo, sabia que corría muchos peligros. Había ladrones en los lugares por donde viajaba. Algunos de los hombres que pretendían ser "hermanos en la fe" eran sus enemigos. Y hasta la gente a la que trataba de alcanzar con las buenas nuevas de Cristo lo trataron mala en más de una ocasión. Pablo a menudo estaba adolorido y agotado. Tenía noches de insomnio y a veces sufría hambre y pasaba frío por falta de suficiente ropa.

B. El sufrimiento Interno

El sufrimiento físico no fue el único de Pablo. Siempre sentía la responsabilidad de cuidar las iglesias. Si un creyente era débil o caía en el pecado, Pablo sentía compasión por él. ¿Acaso sus detractores podían decir lo mismo? Pablo concluyó al decir que si tenia que jactarse ("gloriarse") lo haría de las cosas que mostraran su debilidad. Pablo podía clamar a Dios para que diera testimonio de la verdad.

Pregunta: ¿Cómo puede el sufrimiento interno ser a veces tan severo como el maltrato físico?

Algunos creyentes tal vez no sean llamados a sufrir la clase de dificultades físicas de Pablo, pero tarde o temprano su identificación con Cristo hará que tengan que hacer alguna clase de sacrificio. Siempre que el cristiano enfrente las pruebas. Dios estará presente para ofrecerle su poder sustentador. Pablo aprendió que a medida que sus debilidades físicas se volvían más evidentes durante las pruebas, el poder espiritual de Dios era más abundante. No importa qué pruebas enfrente el cristiano, la gracia de Dios es suficiente.

Aplicación

Las batallas espirituales deben pelearse con armas espirituales. Como los soldados en la guerra, los cristianos deben ser diestros en el uso de esas armas. Si las descuidan sabrán que es imposible vencer al enemigo. Los creyentes deben afirmarse en las Escrituras para poder usar las verdades de Dios contra Satanás tal como Jesús hizo cuando fue tentado. Los cristianos deben orar para obtener poder para vencer las fortalezas de Satanás que como humanos no pueden derribar. Deben depender del poder y la gracia del Espíritu Santo que lleva a cabo lo que ellos nunca podrían hacer solos.

El estudio de esta semana les da una respuesta a los que creen que la doctrina verdadera no es importante. Las falsas enseñanzas pueden destruir la vida del creyente y dividir a las congregaciones. Los creyentes deben estar firmes en los caminos de Dios tal como los determinan la vida de Jesús y la Palabra escrita, para ayudar a otros que hayan sido engañados por el error y la mentira. Los falsos maestros son buenos promotores de lo que propagan. Los cristianos no deben creer todo lo que oyen, ni pensar que deben aceptar todo lo que parezca religioso.

Ningún sufrimiento es agradable, pero a veces puede ser el precio que se paga por seguir a Cristo. El sacrificio es siempre parte de la vida del cristiano. Nada, sin embargo, puede compararse con lo que Jesús tiene reservado para los que le permanecen fieles hasta el fin.

La permanencia firme en Cristo

Trasfondo Bíblico: 2 Corintios 12:1 a 13:14

Verdad Central: La dedicación diaria a Cristo le permite al cristiano mantenerse firme en la fe.

Texto Áureo: Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. 2 Corintios 13:5

Objetivos

1. Reconocer que tanto las experiencias agradables como las pruebas pueden contribuir al crecimiento espiritual.

2. Someterse al liderazgo y sustento de Cristo para poder triunfar en la vida.

Bosquejo

I. Fortalecido por Cristo

A. Grandes revelaciones

B. Grandes pruebas

II. Preocupación por otros

A. Credenciales apostólicas

B. Amor desinteresado

III. Un examen de conciencia

A. Pasar la prueba

B. Advertencias dadas en amor

Introducción

En 2 Corintios 12 Pablo se vio obligado a decir cosas que no quería. La aceptación aparente de falsos profetas dentro de la congregación de los corintios era una amenaza y destruiría la relación de ellos con el Señor. Dios había empleado a Pablo para traerlos a Cristo. Si negaban su autoridad de apóstol, el fundamento espiritual de ellos se vendría abajo. ¿Podían confiar en su mensaje si no tema la autoridad que ellos creían? Pablo se sintió como un necio al "gloriarse" pero lo consideró necesario para confirmar su elección por Dios como apóstol. Comenzó este capítulo con una revelación sobrenatural poco común. Asimismo le dijo a la gente de su sufrimiento y la manera como el Señor lo había sustentado.

Comentario Bíblico

I. Fortalecido por Cristo (2 Corintios 12:1-10)

A. Grandes revelaciones

No hay duda que Pablo es el individuo de esta visión, pero por modestia se refirió a si como "un hombre en Cristo". La experiencia fue tan extraordinaria que Pablo optó por no describirla por completo. Todavía no estaba seguro de que su cuerpo físico fuera al cielo o si fue sólo su espíritu el que tuvo la visión oyó las palabras. Solamente Dios tema la respuesta, así que Pablo no se preocupó por si había estado "en el cuerpo" o "fuera del cuerpo". Lo que Pablo escuchó en el cielo no podía repetírsele a nadie en la tierra. Lo que Dios le comunicó a Pablo, era sólo para él, y no para compartirlo con otros.

Pregunta: ¿Por qué permitió Otos que Pablo escuchara palabras que no podía decirle a nadie más?

Por los versículos que siguen, parece que Dios le dio una revelación maravillosa para fortalecerlo para las pruebas venideras que de otra manera hubieran sido extremadamente difíciles de soportar.

En los versículos 5 y 6 Pablo admitió que seria fácil gloriarse de tales revelaciones, aunque insensato. Ahora relataba su experiencia, pero no quería llamar la atención por temor de que la gente lo pusiera en un pedestal que ningún ser humano merecía. Pablo se gloriaría pero no de lo que vio y escuchó en el cielo sino de sus debilidades que lo hacían depender de la fortaleza y el poder del Señor que lo sustentaban.

B. Grandes pruebas

A pesar de la espiritualidad sobresaliente de Pablo, Dios sabía que siendo humano podría caer en la trampa de la exaltación de sí mismo después de esas revelaciones. Lo que sucedió en seguida no fue para castigar a Pablo, sino para su propia protección. Dios no permitiría que el ministerio de Pablo se debilitara y destruyera por enaltecerse "sobremanera".

Pregunta: ¿Por qué es posible que Pablo no diera una descripción especifica del "aguijón en la carne"?

Es inútil especular acerca del aguijón en la carne de que habla Pablo. Satanás lo usó para abofetearlo y castigarlo con dolor y angustia. Es posible que sus angustias fueran físicas y mentales. Pablo le rogó al Señor que le quitara el aguijón.

La respuesta de Dios vino, pero no de la manera que Pablo esperaba. En vez de quitar el problema. Dios lo usó como medio para demostrar lo maravillosa que era su gracia para consolar a Pablo en sus sufrimientos.

A causa de la debilidad que Pablo sintió por los golpes de Satanás, llegó a confiar más en el Señor y en lo que su fortaleza podía hacer por él. La lección fue tan clara para Pablo que pudo gloriarse en sus debilidades porque demostraban lo que el poder de Cristo podía hacer por él.

En el versículo 10 Pablo da una lista de algunas pruebas que soportó: Sus debilidades, los reproches de sus enemigos, la angustia y la persecución. Como todo lo sufría por "amor a Cristo" las pruebas tomaban una perspectiva diferente. Cuanto más débil Pablo se sentía, más fuerte sabía que estaba en Cristo.

A veces Dios quita una prueba. En otras ocasiones permite que el problema permanezca, no para lastimar sino para desarrollar más confianza en El. Si el creyente nunca está expuesto a la angustia o al sufrimiento, puede caer en la trampa de la autosuficiencia. Cuando Dios permite que el aguijón llegue a la carne y cause dolor, muestra la suficiencia de su gracia para cada prueba.

II. Preocupación por otros (2 Corintios 12:11-19)

A. Credenciales apostólicas

La alabanza propia era tan desagradable para Pablo que dijo: "Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello." El ministerio de ningún otro apóstol fue confirmado con más señales y milagros que el de Pablo. Sin embargo, la gente parecía haberse olvidado de todo y el se vio forzado a recordarles (versículos 11,12).

Pregunta: ¿Puede el uso de la ironía a veces demostrar la verdad cuando otros medios fallan?

En el versículo 13 Pablo con ironía causó la reacción de la gente. Debe recalcarse de inmediato que estos comentarios provenían de un corazón lleno de amor y sin amargura. Si los corintios eran inferiores a cualquiera de las otras iglesias, dijo Pablo, era porque había recibido remuneración financiera de otros absteniéndose de ser una "carga" para la congregación corintia. Pablo esperaba comunicarles que no eran sus regalos lo que quería sino a ellos mismos (vea versículo 14).

B. Amor desinteresado

Pablo regresaría a Corinto y no les seria carga. Se consideraba como el padre de ellos. La responsabilidad del padre es la de proveer para sus hijos (versículo 14). Nada podría demostrar más el amor desinteresado de Pablo que lo que afirma en el versículo 15. La palabra griega que se traduce "gastar" significa agotar los recursos. Se usa en Marcos 5:26 con referencia a la mujer con el flujo de sangre que había gastado todo lo que tenía en los médicos. También se usa en la parábola del hijo pródigo, en Lucas 15:14, que había "malgastado" todo. Pablo no escatimaría nada en su ministerio a los corintios. Gastaría sus escasos recursos financieros si fuera necesario, y lo que es aun más significativo se "gastaría" él mismo. No puso la condición: "Haré esto si me muestran más amor", sino "gastaré lo mío" y "aun yo mismo me gastaré".

Pregunta: ¿Qué quiso decir Pablo con "gastar"y "me gastaré"?

En el versículo 16 Pablo otra vez usó un poco de sarcasmo motivado por el amor que les tenía para despertarlos a la verdad. Aunque en Corinto se sostén a con su trabajo, algunos lo habían acusado de engañar a la gente en secreto en alguna forma no explicada. Les dijo: "Como soy astuto, os prendí por engaño." La gente se dio cuenta que lo opuesto era la verdad. No había ni una insinuación de engaño en Pablo.

Pablo les recordó que había enviado a Tito y a otro cristiano a Corinto para recolectar la ofrenda para la iglesia de Jerusalén. Esos dos hombres vivían según los mismos principios de Pablo. No fueron con la intención de quitarle dinero a la gente para dárselo a Pablo (versículos 17,18).

Uno de los principios básicos de la vida cristiana es preocuparse tanto de uno mismo como de otros. Jesús no vino para ser servido sino para servir (Mateo 20:28). El mismo Espíritu de Cristo motivaba a Pablo. Mientras que sus discursos a los corintios incluían temas seculares como el del dinero, el principio de Pablo es de mucho valor. A los seguidores de Cristo debe motivarlos el amor al prójimo y sus necesidades.

III. Examen de conciencia (2 Corintios 13:5-11)

A. Pasar la prueba

Pregunta. ¿De qué quería Pablo que los corintios se dieran cuenta al examinarse?

En el versículo 5 Pablo invitó a los corintios a que se examinaran y probaran su fe. Debían saber que por su relación espiritual Cristo vivía en ellos. Cualquiera que fuere el resultado de ese examen de conciencia. Pablo les aseguró que él y sus hermanos en el ministerio no habían fallado el examen (versículo 6).

A Pablo le preocupaba el progreso espiritual y la madurez de los creyentes corintios, no su propia vindicación. Aunque hubiera parecido que él y sus compañeros "habían" fallado la prueba, no le importaba con tal que sus hijos espirituales vivieran honradamente (versículo 7).

B. Advertencias dadas en amor

Pregunta: ¿Qué motivaba a Pablo para ser tan estricto?

En los últimos versículos del capitulo 13 Pablo pensaba en su visita a Corinto. Si encontraba a los creyentes viviendo de acuerdo a la verdad, no tendría que disciplinarlos (versículo 8). No le importaría parecer débil si los creyentes se encontraban fuertes. Al volver a verlos, desearía que estuvieran creciendo y madurando espiritualmente (versículos 9 y 10).

Pablo hizo esas advertencias antes de visitarlos para no tener que reprenderlos cuando llegara a Corinto. Deseaba que el poder de Dios fluyera a través de él para que se vieran fortalecidos en la fe. Pablo concluyó la carta con una amorosa exhortación a que reinara la unidad y la paz en la congregación (versículo 11).

El examen de conciencia es necesario de vez en cuando para que los creyentes mantengan su sensibilidad espiritual. Sin él, los cristianos están en peligro de depender de su propia fuerza y no del poder de Dios. El creyente no debe en ningún momento suponer que no necesita más vigilancia en lo que se refiere a la santidad. Las normas que Pablo recalcó en el versículo 11 incluyen un llamado a la perfección. Dio a entender que nadie llega al estado de perfecta madurez espiritual en esta vida. La vida del cristiano siempre conlleva la posibilidad de mejorar.

Aplicación

La vida de Pablo es un ejemplo del camino difícil que a veces les toca andar a los cristianos. Si hubiera sido gobernado por sus emociones, le hubiera sido difícil soportar el "aguijón" en la carne. Tuvo la desilusión de que Dios respondiera a sus oraciones de manera diferente a lo que esperaba. Sin embargo, también aprendió que la gracia de Dios permite que los creyentes mantengan su fe fuerte e intacta. La demasiada seguridad hace que la persona no confíe completamente en Dios. En la debilidad se manifiesta el poder de Dios. El examen de conciencia debe incluir toda la vida con sus motivos y deseos. Cuando el creyente sigue lo que el Espíritu Santo le recuerda con respecto a las normas de Dios, y está dispuesto a cambiar, puede estar firme en Cristo.

La promesa del Espíritu Santo

Trasfondo Bíblico: Joel 2:28-32; Hechos 2:1-39

Verdad Central: El Don del Espíritu Santo es una promesa para cada creyente (Hechos 2:38).

Texto Áureo: Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare (Hechos 2:39).

Bosquejo:

I. Se da la promesa

A. El derramamiento viene después de la restauración

B. La promesa del gran derramamiento

II. Cumplimento de la promesa

A. El discurso inspirado de Pedro

B. Estos no están ebrios

C. Profecía de Joel

III. La promesa es para todos

A. El poder de la palabra profética

B. Un llamado al arrepentimiento

C. La promesa del cumplimiento sigue en pie

Objetivos:

1. Examinar la conexión entre la profecía de Joel y los eventos del día de Pentecostés.

2. Desear el don del Espíritu Santo como una fuente continua de poder espiritual.

Introducción

El derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés fue algo nuevo en el trato de Dios con su pueblo. En la época del Antiguo Testamento Dios llenó a varias personas con su Espíritu. Bezaleel y Aholiab, por ejemplo, fueron llenos para hacer un trabajo más excelente en el tabernáculo y enseñar a otros también (Éxodo 31:2,3; 35:30-35). Más tarde. Moisés reconoció que el Espíritu Santo debía ser parte de la experiencia normal del pueblo de Dios (Números 11:29), pero ese nunca fue el caso durante la época del Antiguo Testamento. Joel profetizó que Dios derramaría su Espíritu, no sólo sobre algunos, sino "sobre toda carne." Los límites del Antiguo Testamento se quitarían y la experiencia sería para todos. El cumplimiento de la profecía de Joel empezó en el día de Pentecostés y continuara hasta que Jesús regrese.

Comentario Bíblico

I. Se da la promesa (Joel 2:28-32)

A. El derramamiento viene después de la restauración

Joel. el gran profeta de Pentecostés probablemente vivió en Jerusalén durante la infancia del rey Joás cuando Joiada el sacerdote tenía el control del gobierno. El profetizó un maravilloso derramamiento del Espíritu de Dios "después".

Pregunta: ¿Qué quería decir Joel con "después"?

La primera parte del libro de Joel hace un llamado al arrepentimiento (1:14; 2:12-17). Después del arrepentimiento, Dios promete la restauración (2:25). Así que, "después" puede significar después del arrepentimiento y la restauración.

Sin embargo, "después" toma un nuevo significado en vista de toda la profecía bíblica. La restauración que hace posible la venida del Espíritu Santo debe ser la comunión con Dios por medio del sacrificio de Cristo en la cruz. La experiencia del Calvario tuvo que preceder a Pentecostés.

Muchos eruditos de la Biblia ven un indicio de esto en Joel 2:23. Para los judíos de la antigüedad la última parte de ese versículo significaba: "Porque Dios te dará el Maestro para justicia y hará que caiga lluvia sobre ti, lluvia temprana, y lluvia tardía antes que nada." De esto podemos ver que "después" hace que el fluir sobrea bundante del Espíritu sea un don que viene después del don del Maestro de justicia, esto es, el Mesías, el Cristo.

B. La promesa del gran derramamiento

El derramamiento del Espíritu de Dios fue prometido para "toda carne", es decir, "toda la humanidad".

Otra característica importante de este derramamiento profetizado es que rompería todas las barreras y restricciones sociales.

"Toda carne" no tendría límites de edad ni sexo; los hijos y las hijas profetizarían. Los ancianos tendrían sueños profeticos y los jóvenes verían visiones proféticas. Es más, el Espíritu Santo sería derramado en abundancia sobre los esclavos. Esto era algo nuevo. Grandes multitudes de esclavos existían en los tiempos antiguos y no tenían derechos. Los judíos de entonces no podían creerlo. Su interpretación era "los siervos de Dios" no "esclavos". Los fariseos odiaban a la gente común de Israel, y aun más a los esclavos (Juan 7:49).

Dios es un Dios bueno. Su propósito siempre ha sido bendecir a todos (Génesis 12:3; 22:18; Juan 3:16). Así que, Joel aclaró que el derramamiento del Espíritu es para todos: judíos y gentiles, ricos y pobres, jóvenes y ancianos, educados y analfabetos, sin tener en cuenta el sexo, la raza, el color ni el origen nacional.

Aquí el hebreo usa una forma del verbo "derramar" que indica que el derramamiento es una acción progresiva o repetida. No debía ser un evento de una sola vez, pues una vez que ocurriera continuaría de generación en generación. Aunque algunos lo rechazaban, todavía sería accesible. Dios no deja de derramar su Espíritu sobre los que creen y lo reciben. Cada cristiano puede creer y recibirlo hoy.

II. Cumplimiento de la promesa (Hechos 2:14-21)

A. El discurso inspirado de Pedro

En el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos cuando de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba. El viento era un símbolo del Espíritu en el Antiguo Testamento, y el sonido de ese viento indicaba poder. Debe haberles recordado la promesa de poder que Jesús les dio en Hechos 1:8 para que fueran testigos. Luego vino algo que parecía una gran llama sobre todo el grupo que se dispersó y se repartió como llamitas de fuego que reposaron sobre la cabeza de cada uno de los ciento veinte. En el Antiguo Testamento, el fuego del cielo sobre el sacrificio indicaba que Dios aceptaba el tabernáculo, y después el templo de Salomón.

Ahora los creyentes eran sacrificios vivos y tanto en grupo como individualmente eran templos listos para ser llenos del Espíritu Santo.

Pregunta: ¿Qué evidencia hubo de que los ciento veinte fueran bautizados en el Espíritu Santo?

No tenían que esperar más. Estaban todos llenos con el Espíritu Santo, y la evidencia era que hablaban en otras lenguas (idiomas) según el Espíritu les daba que hablasen. Al principio, muchos entendieron que alababan a Dios en esos idiomas, pero cuando se reunió la multitud, muchos no entendieron y se burlaron de ellos, diciendo que estaban llenos de vino nuevo (vino especialmente embriagante hecho de una clase de uva muy dulce).

Por fin, los doce discípulos se pusieron de pie, y Pedro comenzó su discurso inspirado. La palabra griega quiere decir "pronunció" y viene del mismo verbo que se usa en Hechos 2:4 acerca del Espíritu que dio a los ciento veinte la capacidad de hablar otros idiomas. Así que, lo que Pedro dijo no puede llamarse sermón. El no se sentó para preparar un bosquejo de tres puntos, sino que se puso de pie y presentó una manifestación del don de profecía del Espíritu Santo, en un lenguaje que todos entendían. Habló a la gente para edificarlos y exhortarlos (1 Corintios 14:3; Hechos 2:40).

B. Estos no están ebrios

El sonido de las lenguas atrajo a la multitud que estaba confusa. Aun los que entendían el significado de las palabras en sus propios idiomas no parecían entender el propósito. No debemos suponer, sin embargo, que su experiencia manifestaba el delirio que caracterizaba las celebraciones paganas. Tampoco estaban hablando en éxtasis. Los ciento veinte estaban en control de todas sus facultades. Sabían lo que hacían y estaban llenos de gozo.

Tan pronto como los apóstoles se pusieron de pie, todos los ciento veinte tuvieron que dejar de hablar para poder oír a Pedro. Eso demostró, además que estaban en control de sus facultades. Pedro dijo que no era lógico que la multitud supusiera que los ciento veinte estaban ebrios, puesto sólo eran las nueve de la mañana. Ningún judío en aquellos días se embriagaba tan temprano por la mañana, especialmente porque era la hora de la oración.

C. Profecía de Joel

Pregunta: ¿Fue cumplida la profecía de Joel en ese momento?

Pedro, hablando todavía con el don de profecía del Espíritu Santo, continuó su declaración de que lo que la gente veía y oía cumplía la profecía de Joel. La multitud vio y oyó a los hijos y las hijas de Israel profetizando, llenos del Espíritu, y hablando bajo su unción. De esto deducimos también que el hablar en lenguas que se entendían se consideró equivalente a la profecía.

Aunque Pedro relacionó esos eventos con la profecía de Joel, se sabe que lo que ocurrió en esa ocasión fue sólo el comienzo. No toda la profecía de Joel que citó se cumplió en ese momento. Los ciento veinte no tuvieron sueños a las nueve de la mañana. Tampoco es probable que hubiera esclavos entre los ciento veinte. Sin embargo, Pedro indicó que el resto vendría después, inclusive las señales y los juicios que Joel profetizó.

Como se mencionó antes, Pedro indicó que el día de Pentecostés era sólo el principio, por su interpretación inspirada por el Espíritu de la palabra "después" en Joel 2:28.

Pregunta: ¿Cuándo empezaron los "últimos días"?

Pedro mostró que eso significa "en los postreros días. En verdad, los "postreros días" empezaron cuando Jesús ascendió al cielo (Hechos 3:19-21). La expresión "los postreros días" en la Biblia significa el último tiempo antes de la restauración de Israel y el reino milenial de Cristo sobre la tierra.

No habrá otra era antes de la del reino. Así que, toda la era de la Iglesia es "los postreros días", y es la del derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne. Pedro también vio que pueden haber tiempos de refrigerio y avivamiento en toda esta era, hasta el tiempo cuando Jesús regrese (como se demuestra en el original griego de Hechos 3:19).

III. La Promesa es para todos (Hechos 2:37-39)

A. El poder de la palabra profética

El mensaje profetice por los labios de Pedro fue un poderoso testimonio de Jesús. Dios lo había aprobado para el beneficio de la gente por medio de poderosos milagros, maravillas y señales. Jesús fue clavado y muerto en una cruz, pero Dios lo levantó en cumplimiento de Salmo 16:8-11 y del pacto que Dios hizo con David (2 Samuel 7:11-16; Salmos 89:3,4; 132:11,12). Como Jesús es el prometido Rey mesiánico, no fue abandonado en el Hades, ni su carne vio corrupción. Pedro y los ciento veinte fueron testigos de su resurrección. Además, Dios había exaltado a Jesús a un puesto alto de poder y autoridad a su diestra. Jesús había recibido la promesa del Espíritu Santo que luego derramó sobre los ciento veinte, como la multitud acababa de ver y oír.

Pregunta: ¿Sobre quién estaba centrado el mensaje que el Espíritu Santo dio por medio de Pedro?

La conclusión de la palabra profética llamó la atención al hecho que Dios había convertido a Jesús en Señor y Cristo. La respuesta fue inmediata. La multitud ya no decía: "¿Qué significa esto?" Más bien, exclamaban: "¿Qué haremos?" Como indica 1 Corintios 14:24,25, a causa del don de profecía se sintieron convencidos y compungidos de corazón, y reconocieron que Dios estaba presente entre los ciento veinte.

B. Un llamado al arrepentimiento

El llamado de Pedro al arrepentimiento era para que ellos cambiaran de parecer y actitud al aceptar la voluntad de Dios revelada en Cristo.

Pregunta: ¿Qué quiere decir "arrepentíos"?

(Según la Biblia dice en Romanos 12:1,2, eso significaba la renovación de la mente con un cambio de actitud hacia el pecado, ellos mismos y Dios).

Entonces podrían mostrar su arrepentimiento, su cambio de corazón y mente al ser bautizados en el nombre de Jesucristo. En griego significa "sobre el nombre", o "sobre la autoridad" de Jesús. La Biblia no explica más porque el mandato de Jesús (Mateo 28:19) deja claro que el bautismo en agua era en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Pregunta: ¿Cuál es el significado del bautismo en agua?

Su bautismo sería una declaración de identificación con Jesús en su muerte y resurrección (Romanos 6:3) Entonces sería un testimonio de que la persona había creído y recibido la remisión y el perdón de sus pecados. "Para remisión y perdón de pecados" es semejante a la expresión "para arrepentimiento", que usó Juan el Bautista al hablar de su bautismo. El contexto muestra que el original griego traducido "para" significa "a causa de". El bautismo de Juan no producía arrepentimiento. El bautizaba a las personas que se arrepentían. El bautismo en agua no produce el perdón de pecados. Es un testimonio de que el bautizado ha creído y la sangre de Cristo lo ha limpiado.

Además del perdón de pecados también recibirían la promesa del Espíritu Santo, el mismo don que los ciento veinte recibieron en Hechos 2:4, al cual Jesús se refería como (1) la promesa del Padre y (2) el bautismo en el Espíritu Santo (Hechos 1:4,5).

Pregunta: ¿Qué se requiere para que las personas reciban la promesa del Espíritu Santo?

"Recibir" aquí es tomar algo en fe, porque todos los dones de Dios son por gracia por medio de la fe.

C. La promesa del cumplimiento sigue en pie

Pedro aclaró que la promesa del Espíritu Santo no era sólo para los apóstoles ni los ciento veinte. Seguiría accesible a ellos, sus hijos (inclusive sus descendientes) y todos los que estaban lejos, a los que el Señor llamara. ¡Ese llamado se sigue proclamando!

Pregunta: ¿Quiénes son los que "están lejos"?

El llamado no puede limitarse a los judíos. En el Antiguo Testamento se profetizó que Dios habla de paz a los que están lejos (Isaías 57:19). Efesios 2:17 aplica esto a la predicación del evangelio a los gentiles. Así que, los gentiles están incluidos en los que estaban "lejos". La promesa de Dios a Abraham, repetida cinco veces en Génesis, fue que por medio de él y su simiente todas las familias (en todas las naciones) de la tierra serian bendecidas. La simiente de Abraham por medio de quien viene esta bendición es Jesús (Calatas 3:16). Cristo murió en la cruz por nosotros "para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu Santo" (Galatas 3:14).

Jesús también dio la gran comisión de predicar las buenas nuevas a todas las naciones hasta lo último de la tierra (Mateo 28:19; Hechos 1:8). Así que, mientras el evangelio se predica y Dios llama a la gente a la salvación, el bautismo en el Espíritu Santo según Hechos 2:4 aún está disponible. El creyente que acepta la responsabilidad de alcanzar a los perdidos con la verdad del evangelio también debe reconocer la necesidad de hacerlo en el poder (el Don) del Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo es necesario para cumplir con la gran comisión de predicar el evangelio a toda criatura.

Aplicación

El Espíritu Santo vino el día de Pentecostés a los creyentes que ya tenían una relación con Dios por medio de Cristo. La muerte de Jesús en la cruz puso en efecto el nuevo pacto (Hebreos 9:15-17). Así que, los ciento veinte ya eran del nuevo pacto, la Iglesia, que había recibido la comisión por medio de Cristo resucitado. El día de Pentecostés la Iglesia recibió el poder e hizo que los testigos empezaran a propagar el evangelio para crecimiento.

Jesús no quería que sus seguidores empezaran la obra hasta que recibieran el poder. Se necesitaron la señal de hablar en lenguas y la manifestación de los dones del Espíritu de profecía y exhortación para que los tres mil fueran salvos el día de Pentecostés. Dios todavía quiere que su obra se haga por medio del poder y los dones del Espíritu Santo.

Todos los creyentes lo necesitan. Todas las congregaciones deben tener el poder (dones) del Espíritu Santo.